A pesar de ser una de las etapas más hermosas en la vida de una mujer, el embarazo también representa intensos y radicales cambios para el cuerpo. Uno de los signos más evidentes a consecuencia del embarazo es la aparición de várices, las cuáles tienen un 75% de probabilidad de surgir pasando el tercer embarazo. ¿Sabes por qué ocurre esto?¡Hoy te lo explicamos!
Conforme se desarrolla el bebé dentro del útero, el peso que se genera sobre la vena cava del lado derecho de tu cuerpo aumenta la presión de las venas en tus piernas. Además, el embarazo aumenta la cantidad de sangre dentro de tu cuerpo, que en conjunto con la progesterona, la cual relaja las paredes de los vasos sanguíneos, te vuelven sumamente propensa a padecer los síntomas de este grave problema vascular.
Otro de los factores de mayor influencia en la aparición de las várices es la herencia genética y tu género. A pesar de que gran cantidad de hombres llegan a presentar problemas varicosos, es más probable que la mujer las padezca. Aunado a esto, el sobrepeso, el tener un embarazo de mellizos o el permanecer parada por largos períodos de tiempo aumenta la probabilidad de que aparezcan en tus piernas.
La buena noticia es que una vez que el bebé nace, las venas varicosas tienden a mejorar, especialmente si no las padecías previo al embarazo. En caso de que esto no suceda, siempre puedes optar por un tratamiento médico.
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