El ejercicio… ¿causa várices?
Muchas personas son conscientes de la relación que existe entre la existencia de várices y el permanecer parado o sentado por prolongados lapsos de tiempo. Sin embargo, esta no es la única forma de que este problema aparezca en tu cuerpo, existen ciertos ejercicios que podrían estar incrementando tu riesgo de padecerlas. A pesar de que este padecimiento no debería limitar tu rutina, es importante reconocer lo que debes y no debes evitar.
Similar a lo que causa el estar de pie durante largos períodos de tiempo, los ejercicios de alto impacto pueden llegar a agravar la condición de aquellos que tienen cierta predisposición a padecerlas. Esto incluye actividades como correr, especialmente sobre superficies duras como el concreto. Si debes correr, recomendamos altamente que lo hagas utilizando medias o calcetas de compresión, así como intentar correr en superficies más suaves, como césped o alguna superficie que absorba el impacto, aminorando dolores y otras incomodidades.
Si tu cuerpo no soporte el dolor de las actividades de alta intensidad, caminar es una medida mucho más segura. Una buena forma de mejorar la circulación en tus piernas es hacer calentamientos en tus tobillos y piernas antes de comenzar tu actividad. Si tu caso es que ya tienes várices, no te estreses demás pues existen ciertas medidas que puedes tomar para eliminar definitivamente este problema.
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