¿Sabes qué son los procedimientos de mínima invasión? Sencillamente son una versión más segura, menos costa e incómoda que una cirugía abierta. Entre los procedimientos que se pueden realizar con esta tecnología se encuentran diversos tratamientos para mejorar problemas vasculares, como es el caso de la escleroterapia y la radiofrecuencia, que te permiten eliminar várices y otras molestias causadas por la mala circulación de una forma poco aparatosa.
Los procedimientos mínimamente invasivos se han convertido en un gran adelanto terapéutico que además de ser sumamente seguros, reducen los costos derivados de la permanencia en el hospital, en ocasiones innecesarios, así como del uso de material quirúrgico. En términos generales, este tipo de procedimientos permiten una recuperación mucho más rápida y aumentan la satisfacción y comodidad del paciente. Por lo mismo, los médicos especialistas han incluido distintas tecnologías que permiten tratar con mayor cuidado y de una forma menos agresiva el organismo del paciente.
Entre las ventajas de los procedimientos mínimamente invasivos se encuentran:
- Menor dolor post-cirugía: permite a los pacientes levantarse y caminar a las pocas horas después de la cirugía.
- Estancia mínima hospitalaria: los pacientes pueden salir del hospital ese mismo día
- Menos probabilidades de infección: al no ser expuestos al aire, los tejidos corren menos riesgo que en una cirugía abierta.
- Video-magnificación: esto permite un manejo más preciso y delicado de los órganos
- Reincorporación a las actividades: al ser menos agresivo los pacientes pueden reincorporarse a sus actividades diarias.
- Resultado estético: al ser cicatrices más pequeñas, se obtiene un resultado mucho más estético.
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